La caída de ventas de libros en Argentina

Algunas reflexiones sobre el estado comercial y editorial del libro argentino ante la constante corrosión de las políticas públicas destinadas al sector en particular y a la industria cultural en general con escalas que preocupan.

Hace unos días, la Federación de Gremios Editores de España dio a conocer el informe del sector editorial de comercio interior del año 2023. Todos los números dan en alza respecto a 2022 (ver informe). 

En nuestro país, si se hiciera un informe con las mismas variables, comprobaríamos cuán bajo hemos caído y cuánto más podríamos seguir cayendo. En los últimos seis meses de este año, el mercado editorial argentino ha experimentado una caída significativa en las ventas de libros, un fenómeno que preveíamos con la llegada del gobierno anarco-capitalista de Javier Milei, pero no con esta virulencia. La disminución en ventas de unidades ronda el 40% a nivel general comparado con el 2022 y esta caída sólo es comparable con la experimentada en el primer semestre de 2020 con la crisis del COVID-19.

Contexto económico y social
Para comprender plenamente esta situación, es necesario situarla en el contexto económico y social de Argentina. Durante la primera mitad de 2024, el país ha enfrentado una inflación persistente, una devaluación de la moneda y una disminución del poder adquisitivo de los consumidores. Estos factores macroeconómicos han afectado gravemente el consumo cultural y el mercado del libro no ha sido la excepción. La gente prioriza cada vez más el gasto en bienes esenciales, relegando las compras de libros a un segundo plano. 

La crisis del precio del papel
Si bien en estos últimos 6 meses el precio del papel estándar para fabricar libros impresos se ha estabilizado, el precio desde 2021 experimentó un incremento mundial que llevó al kilogramo de 92,63 USD a 130,00 USD en 2023 (ver gráfico). Si a esto le sumamos la escasez de divisas que tiene Argentina y que el 80% del papel para libros se importa, la crisis se vuelve más que sistémica. El papel, que hasta 2017-2018 era un insumo que representaba el 25% del valor del libro, ahora supera el 50% del costo de producción (para ampliar 1 y 2) 

La Ley de Precio Único del Libro
Conocida como “Ley de Defensa de las Librerías”, “La Ley de Precio Único del Libro”, promulgada en enero de 2002, establece que los libros deben ser vendidos al mismo precio en todas las librerías del país, independientemente de su tamaño o ubicación (ver). Esta medida busca evitar la competencia desleal y proteger a las librerías independientes frente a las grandes cadenas y plataformas de venta online, asegurando al mismo tiempo que los autores y editores recibieran una retribución justa. Sin embargo, en julio de 2024, el gobierno argentino avanza con la idea de derogarla, argumentando que la Ley es obsoleta en el contexto de un mercado cada vez más digitalizado y globalizado. Según las autoridades, la eliminación del precio fijo permitiría una mayor competencia y, por ende, precios más bajos para los consumidores. No obstante, esta decisión ha sido fuertemente criticada por diversos actores del sector editorial (ver). 

Una derogación de esta “Ley de Precio Único”, creemos, tendrá consecuencias negativas. Las ventas de libros seguirán cayendo pese a que sus detractores insistan en que estimulará la competencia y presionará los precios a la baja. Sabemos cómo termina esta película: las grandes cadenas y plataformas online, con mayor capacidad para ofrecer descuentos agresivos, se consolidarán cada vez más en sus posiciones dominantes en el mercado, mientras que las librerías independientes verán como disminuyen sus ventas, incapaces de competir con los precios reducidos. Los números de España, que citamos al comienzo, solo son posibles por leyes que regulan el precio único del libro. Es mentira que derogando leyes y retirando al Estado se alcancen objetivos de sustentabilidad para un ecosistema como el del libro.

Fallo de mercado
No todas las industrias creativas o de conocimiento tienen una tendencia a convertirse en un “fallo de mercado”, pero, desde hace años, insistimos que el ecosistema del libro en nuestro país claramente lo es. ¿Qué entendemos por “fallo de mercado”? Llamamos “fallo de mercado” a una situación en la que el mercado no asigna recursos de manera eficiente, lo que genera una pérdida de bienestar social. Esto puede ocurrir por varias razones, pero sobre todo cuando un bien o servicio no puede ser provisto de manera eficiente por el mercado debido a que es difícil incluir a la mayoría en su consumo. Esto se agrava con la existencia de monopolios que fijan precios y controlan la producción haciendo ineficiente la asignación de esos bienes y servicios a la población que los demanda.

La anulación de una “Ley de Precio Único”, el retiro del Estado en la compra de libros y en su política de apoyo en campañas de promoción de la lectura, en la quita de subsidios a Bibliotecas Populares y Escolares terminan fomentando el monopolio y el fin de la bibliodiversidad. 

Los fallos de mercado justifican que hasta los gobiernos más liberales intervengan, como es el caso de España y de la gran mayoría de los países desarrollados, exceptuando Reino Unido y Estados Unidos, para corregir la ineficiencia y mejorar el bienestar social. 

Perspectivas futuras
El sector editorial argentino se encuentra en una encrucijada, como hemos dicho antes: “en los umbrales de un derrumbe”. La caída de las ventas y la concentración del mercado en manos de unos pocos actores dominantes son tendencias que podrían tener repercusiones a largo plazo en la producción y difusión de la cultura escrita en el país. Es crucial que se realice un seguimiento detallado de los efectos de esta derogación y que los agentes del Estado escuchen las voces de todos los actores involucrados para encontrar soluciones que equilibren los intereses de consumidores, libreros, editores y autores.

Dirección Eduvim

Carlos Gazzera es Licenciado en Letras Modernas por la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Magíster en Comunicación y Cultura Contemporánea por el Centro de Estudios Avanzados de la misma casa de altos estudios. Director General del Grupo Editorial Eduvim. Docente e Investigador de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y de la UNC.