Aterrador pero fascinante

Este mes de agosto, la Editorial Universitaria Villa María (Eduvim) invita a sus lectores a internarse en regiones oscuras y en autores que hicieron de la prohibición una forma literaria, de la mano de Lacras de entresiglo. Antología de las parafilias del decadentismo hispanoamericano, de Laura Uzcátegui.

En Lacras de entresiglo, Uzcátegui reúne un universo de voces ominosas, obras en las que erotismo, perversión y angustia neurasténica se conjugan para dar lugar a un recorrido por diversas parafilias, muchas hoy desestigmatizadas, otras aún incómodas e impactantes. Asimismo, lleva a cabo una contextualización histórica y literaria del período que abarca el corpus seleccionado (1890-1928) y analiza, en clave figurativa, la manera en que se abordan y articulan estas conductas sexuales en los textos.

Durante el siglo XIX y principios del XX, en Hispanoamérica —así como en Occidente—, las parafilias son vistas desde una óptica en la que la razón mítica y la científica conviven, asociando la normalidad sexual con las ideas de higiene y reproducción, con un claro objetivo que radica en la constitución de la familia. El deseo, desmedido o ausente, resulta problemático para el discurso cientificista de entresiglo. Por ello, la familia, en tanto que indicadora de buenas costumbres, marca los límites de la normalidad sexual, patologizando todo lo que queda por fuera de sus estrechas fronteras.

El corpus literario de esta antología contiene aquellos elementos que, perturbadores para la burguesía decimonónica y patológicos desde el punto de vista científico, resultaron fuente de creación para los decadentistas. Los textos formulan –en palabras de la autora– “una experiencia individualista, especular y sensitiva de lo prohibido”, en la que el cuerpo se concibe como un espacio de revelaciones y el lenguaje como su intérprete.

Así como en el siglo diecinueve la ciencia se sirve de mitos fundacionales, criaturas fantásticas y obras literarias como fuente onomástica para nombrar las parafilias, el decadentismo literario, por su parte, se adentra en el campo de la medicina para enunciar estas “perversiones” sin establecer un posicionamiento moral ni consensuar un programa estético definido. El narrador neurasténico, débil e inestable, le permite al escritor adentrarse en el terreno de la transgresión, llevando a cabo una exploración tanto temática como formal de la compleja naturaleza del sujeto de entresiglo.

A través de una lectura en clave tematológica, Uzcátegui nos otorga la posibilidad de revisitar la exquisita pluma de escritores como Emilia Pardo Bazán, Leopoldo Lugones, Delmira Agustini, Alfonsina Storni, Horacio Quiroga, entre otros, para sumergirnos en un movimiento que se plantó contra el público ilustrado y gestó una literatura incómoda, que nos enfrenta, cara a cara, con las zonas prohibidas del deseo.

Podés adquirir Lacras de entresiglo. Antología de las parafilias del decadentismo hispanoamericano en su formato físico y en su versión digital.

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