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En esta oportunidad, la Editorial Universitaria Villa María (Eduvim) presenta ante sus lectores la cuarta entrega de la colección Caterva, dirigida por José Di Marco. Se trata de Detrás del vidrio, la novela del escritor y cineasta cordobés Sergio Schmucler.
Nacido en Córdoba, Sergio Schmucler fue escritor, cineasta y antropólogo. Militante comprometido durante la última dictadura cívico-militar, en 1976 se exilió en la Ciudad de México, donde se desempeñó como director, realizador y guionista de series, largometrajes y mediometrajes en cine y televisión. En el año 2000 publicó su primera novela, Detrás del vidrio, en la que aborda el exilio adolescente de Abel, quien, con 17 años, se ve obligado a irse de la Argentina rumbo a México.
La historia personal de Abel se entreteje con la historia colectiva. Los acontecimientos sociopolíticos que lo rodean no permanecen solo como trasfondo histórico, sino que inciden de manera directa en su vida cotidiana y en la de su entorno. En un primer momento, esa huella se manifiesta en su infancia, adolescencia y posterior militancia política en Córdoba. Una ciudad donde si bien–como señala Diego Tatián en el prólogo– todo es localizable con precisión, aun así esta “es la novela de una ciudad irreal”, en la que lo onírico se conjuga con una Córdoba completamente reconocible y arrolladora, cuyas esquinas se van sembrando de ausencias.
Desde el exilio, la trama transcurre detrás de un vidrio. De un lado están sus padres, su hermano Pablo y la Argentina; del otro, él, quien al atravesarlo logra escapar de la muerte. Un vidrio que, también espejo, refleja ese otro territorio con el que ya no puede interactuar y la distancia que se afirma como un impedimento desgarrador. La soledad, “los recuerdos en la punta de la birome” y un nuevo país en donde esperar a que mejoren las cosas. Surge la culpa, el arrepentimiento, el juicio ajeno ante la “cobardía” por haberse ido, y el dolor por los que se quedaron, por los que ya no están. ¿Cómo continuar?
Abel lo intenta, estudia, consigue un trabajo, se enamora: estamos frente a una novela de formación. En el exilio, recibe cartas de su familia y amigos que, desde allá o más allá, reflexionan sobre la revolución, la militancia y todo aquello que configura la realidad sociopolítica de la Argentina. Entonces, a partir de una multiplicidad de formatos –poemas, cartas, una suerte de diario personal, relatos, listas de cosas por hacer– Abel narra su acontecer y reconstruye fragmentos de su vida, asumiendo una postura crítica que lo hace replantearse sus convicciones, luchas, y eso que no dijo y hubiese podido ser:“no pude decirle Pablo, no vale la pena la muerte, le vamos a arruinar la vida a los viejos, no pude decirle que nos vayamos juntos, vamos a vivir con el papi Pablo, vamos a México o vamos a donde vos quieras, pero vamos juntos, no importa todo lo demás (…)”.
En Detrás del vidrio, Schmucler aborda un tema pocas veces tratado en la narrativa de la dictadura: el exilio de los militantes menores de edad que participaron en organizaciones políticas estudiantiles, como la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), de la que Abel forma parte. Adolescentes que sufrieron persecución política directa, y cuyo devenir quedó signado por el secuestro, la tortura, la desaparición o –en este caso– el exilio, enfrentándose a la maquinaria del terror en plena etapa de formación, sin contar con protección estructural por parte de estas agrupaciones.
Cruda y desgarradora, la novela de Schmucler mira de frente la revolución y la incomodidad que surge al toparnos con la certeza de un sinfín de vidas que se apagaron en su nombre. Leemos sobre el exilio, la muerte y el peso insoportable de la desaparición. Percibimos, a través del ir y venir de las palabras, el lazo indeleble entre Abel y su familia; pero, sobre todo, sentimos vergüenza. Diego Tatián señala en el prólogo: “Se termina de leer Detrás del vidrio con una sensación de vergüenza –vergüenza propia, vergüenza ajena, vergüenza de lo que el tiempo construye y destruye– ante la candencia de las vidas intensas, de las vidas erradas, de las vidas verdaderas, que a la vez honramos y no quisiéramos para quienes nacieron después”.
Podés adquirir Detrás del vidrio en su formato impreso o en su versión digital.
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