La segunda mitad del siglo XX, otra historia

El proyecto Historia feminista de la literatura argentina sigue incorporando nuevos volúmenes a su genealogía. Compartimos el lanzamiento de Escritoras en movimiento. Itinerarios y resistencias, Tomo III, coordinado por Andrea Ostrov y Silvia Jurovietzky, el cual se presentará el miércoles 13 de diciembre a las 18:00 horas en el Museo del Libro y de la Lengua, ubicado en Av. General Las Heras 2555, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con la participación de María Pía López y Alejandra Laera.

La trayectoria de este valioso y complejo nomenclador que es Historia feminista de la literatura argentina aporta un nuevo tomo destinado a ahondar en cuatro décadas efervescentes para la cultura argentina. Desde los años sesenta hasta los noventa, se relatarán cuatro ciclos profundamente dinámicos y vertiginosos como fueron las expectativas por la revolución, las dictaduras militares, el (fallido) retorno a la democracia y la llegada del neoliberalismo que, en paralelo, coinciden con la segunda ola feminista, que resume y condensa luchas, debates y reivindicaciones, al calor de la publicación de El segundo sexo, de Simone de Beauvoir, y su proclama de que la mujer es el resultado de una construcción cultural. 

En nuestro país, ese eco decanta en la creación de la Unión Feminista Argentina (UFA) y se incorporan, también, dos corrientes opuestas de alcance internacional, dedicadas a teorizar sobre la diferencia sexual: el feminismo de la igualdad y el feminismo de la diferencia. Si en la primera se profesaba al género como una construcción cultural sostenida en el tiempo, la segunda se centró en la reivindicación de la diferencia entre el hombre y la mujer como una marca constitutiva de identidad sexual.

Para proponer una versión distinta a la instituida por el patriarcado y el falogocentrismo, respectivamente, surgió la necesidad de crear un lenguaje propio a través de la escritura como herramienta privilegiada. En el último caso, una escritura femenina con economía libidinal y componentes semióticos, lo que generó controversias del lado de las teóricas del feminismo de la igualdad, quienes abogaban por estrategias utilizada para superar las limitaciones y la censura.

No obstante, las dos posturas céntricas y occidentales siempre han transportado a la mujer como el núcleo de la discusión, subsumiendo diferencias étnicas, religiosas, geopolíticas, coloniales, económicas, raciales, nacionales y disidencias sexuales. Para estas mal llamadas minorías, nuevamente la escritura sirvió para canalizar el testimonio de lesbianas, travestis, trans, afrodescendientes, indígenas, mujeres de sectores populares, entre muchas otras. 

A partir de este recorrido por las cuatro décadas señaladas, existe una proliferación y un estallido textual de autoras, que tuvieron que enfrentarse al canon literario argentino, estableciendo nuevos propósitos de escritura y lectura, problematizando la identidad de género y la construcción cultural de las corporalidades en contraposición a una tradicional perspectiva biologicista.

En cada uno de los títulos, tanto de sus capítulos como de sus textos, funcionarán palabras clave que responden a la organización seleccionada para ilustrar los principales movimientos instalados en la literatura y en la crítica con perspectiva de género, desde de la década del sesenta hasta los noventa. El mapa de lectura nos irá guiando por cuestiones representativas del clima de época de la segunda mitad del siglo XX, en consonancia con una metodología que agrupa autoras que han abordado distintos tópicos durante esa cronología, haciendo hincapié en una apuesta federal e inclusiva.

Adquirí el Tomo III de Historia feminista de la literatura argentina, titulado Escritoras en movimiento. Itinerarios y resistencias en formato físico o en su versión digital.

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