Camino a los 50 años de lucha de Abuelas de Plaza de Mayo

En las vísperas de un nuevo 24 de marzo, Eduvim lanza Derivas de la sangre. Performatividades discursivas en Abuelas de Plaza de Mayo, de María Marta Quintana. En este libro, la autora recoge, de manera inédita, la narrativa histórica de una de las organizaciones de Derechos Humanos más importantes del mundo.

La búsqueda de los nietos-nietas por parte de Abuelas de Plaza de Mayo irrumpió en pleno contexto de terrorismo de Estado, en un espacio público regulado por el estado de sitio y una economía afectiva militarizada. El trastocamiento generado rebatió los límites discursivos de lo posible, decible, audible, colocando en agenda el legado en torno al derecho a la identidad en una carrera sinuosa por la empatía y el reconocimiento de la sociedad, para concretar el involucramiento colectivo.

En el prólogo del libro, Fabiana Rousseaux otorga un valor fundamental a la conclusión a la que llega la autora, cuando repasa la potencia y dimensión ética y política de la organización, no solo reivindicando su necesidad sino la contingencia en la que emergió y cómo se fue configurando. Lo novedoso de estas páginas, en contribución al gran estado del arte sobre la temática, es una trayectoria institucional que se alimenta del registro testimonial, entrelazado con una proyección teórica de la historicidad y de la topología de Abuelas.

Quintana describe el descubrimiento del estatuto ético y responsable que la organización debía proponer a través de un debate desde la civilidad, tanto social, jurídico, psicoanalítico e, indudablemente, científico. Entre esas variables subyacentes, destaca la problematización sobre la tradicional familia moderna de moral cristiana definida genéticamente, a través de su filiación sanguínea, como único vínculo parental legítimo. Las reflexiones sobre el legado permitieron demostrar a Abuelas la existencia del binomio sangre-deseo como la prueba irrevocable del lazo filiatorio, tomando a la biología como herramienta de un motivo más visceral como es la política. Desde hace casi cinco décadas, para Abuelas lo íntimo es político y la sangre es política.

Derivas de la sangre sistematiza el proceso instituyente a partir de la producción escritural de Abuelas. El corpus seleccionado por Quintana está conformado por la siguiente trilogía: Botín de guerra (1985); Identidad, despojo y restitución (1989); y La historia de Abuelas. 30 años de búsqueda (2007). En las publicaciones focaliza la militancia discursiva de la asociación por la memoria, las denuncias de desapariciones de personas, el robo de bebés y la demanda de restitución; la lucha por reivindicar la labor de la organización en contraposición a quienes la señalaban como un proceso de revictimización de los niños y niñas; y su participación en el diseño de políticas públicas y en la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos.

La querella de Abuelas contra los delitos de lesa humanidad se construyó, en su génesis, a partir de una pedagogía social con la instauración de nuevos significantes que utilizó en su performática discursiva. Entre varios de ellos, la autora puntualiza las diferencias conceptuales como adopción y apropiación, qué significa la sustitución de identidad, la implementación de tendencias jurídicas como Estado/parentesco y el impulso del desarrollo biológico para lograr validar lazos de consanguinidad a partir de muestras de compatibilidad inmunogenéticas, conocido popularmente como el “Índice de abuelidad”.

La búsqueda “detectivesca” de esos 500 niños y niñas apropiados mutó del ámbito privado hasta hacerse global y transgeneracional: los mismos nietos y nietas, la mayoría aglutinados en Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (HIJOS), comenzaron a contribuir con el objetivo de concretar más encuentros, en una conmovedora solidaridad entre las organizaciones. Aquí, María Marta Quintana recala en la interpelación a la sociedad de Abuelas sobre el acto de recuperación de la ética en los legados que el deseo comanda, con su pedido explícito sobre el derecho al familismo, la consanguinidad y la genealogía, politización gramática que, posteriormente, se convirtió en símbolo de lucha de la asociación.

En este punto, la narrativa del deseo que la autora va hilvanando en el transcurso de este libro se fundamenta, por un lado, en el discurso científico de la genética como criterio invariable del tiempo, prueba del delito de apropiación y ontología del fundamento de la identidad personal y, por el otro, en el discurso jurídico que restituye la identidad, ambos elementos infalibles que se remontan al genuino amor de esas madres y padres, hijas e hijos de Abuelas en su mayoría desaparecidos, hacia sus niños y niñas secuestrados o nacidos en cautiverio y, posteriormente, apropiados por la comunidad castrense. Estas escenografías discursivas de Abuelas conllevaron un gran esfuerzo retórico y argumentativo en pos de la familia legítima por filiación biológica, la institucionalización del derecho humano a la identidad, una biografía de la verdad y la libertad.

Para conocer más sobre Derivas de la sangre, ingresar aquí.

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