Senderos culturales

Bibliotecas populares y sociabilidades en la capital bonaerense: 1882-1950

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Esta tercera entrega de la colección Calímaco presenta en su contenido la esencia de la serie: las bibliotecas de acceso público. En este caso, en una de sus variantes más distintivas en la Argentina: el desarrollo de las bibliotecas populares mediante la sanción de la ley 419 propiciada por Domingo Faustino Sarmiento en 1870. Pero en un entorno signado por tres ejes rectores. El lugar, la ciudad de La Plata como pujante y joven capital. El espacio temporal y su fecundo transcurrir en el interregno 1882 a 1950. Y la inasible constelación humana de intercambios sociales íntimamente interrelacionados con el crecimiento de las bibliotecas. La autora, Ayelén Fiebelkorn, aborda dichos ejes bajo el sugestivo título Senderos culturales: bibliotecas populares y sociabilidades en la capital bonaerense (1882-1950). Entonces, ¿Qué manifiesta esta frase inaugural del libro: senderos culturales? Fuera de toda incursión de índole metafórica durante el apogeo de la civilización impresa en la centuria pasada, las bibliotecas fueron los caminos comunicantes hacia diversas sociabilidades a lo largo y ancho de la Argentina. La Plata, en este marco, no constituyó una excepción. La reciente ciudad fue un ejemplo de prácticas sociales de matriz dialéctica. Porque las bibliotecas se originaban a partir de emprendimientos de instituciones y, a la vez, estos emprendimientos comunitarios se cristalizaban plenamente por intermedio de las bibliotecas públicas.